El otro caso que habíamos comentado es el más común. El calzado suele adquirir, en muchas ocasiones, un olor característico nada agradable. Este olor viene producido por el calor acumulado, por la condensación que se produce dentro del calzado y también por el material del que esté hecho el calzado.
Lo importante es utilizar un calzado cómodo y ligero, sobre todo ahora en verano y lo más importante, que deje traspirar al pie.
Un truco para que nuestro calzado pierda ese olor tan característico es dejar un puñado de bicarbonato dentro de nuestro calzado durante un par de días y después retirarlo. Gracias a sus propiedades absorberá cualquier olor, hará que la condensación dentro de nuestro calzado sea menor y evitará que el descalzarte sea un mal trago.
También puedes utilizar el mismo procedimiento con polvos de talco y olvídate de pasar apuros al descalzarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario